miércoles, diciembre 27, 2006

¡Duhalde tenía razón!

"El que depositó dólares, recibirá dólares". Duhalde Dixit, al asumir la
presidencia (creo).

Al final, el cabezón tenía razón. ¿No vieron el fallo de la Corte?

viernes, diciembre 22, 2006

Largas Argumentaciones Técnicas

El diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel salió a pegarles durísimo a sus
colegas en el Consejo de la Magistratura. Dijo que a los miembros de "la
corporación judicial" que integran el Consejo de la Magistratura "no les
interesa absolutamente lo que piensa, lo que sienten y lo que necesitamos
los argentinos".

Hubo un párrafo particularmente interesante de su verborrágica acusación:
"Se pueden dar largas argumentaciones técnicas con respecto a no tomar
medidas con un juez que después de 12 años de la atrocidad que fue Río
Tercero, siete muertos, todas las pericias oficiales que determinan que la
voladura fue intencional, sacó de un sitio de Internet este argumento falaz
que no tiene nada que ver con la investigación".

Supongo que las largas argumentaciones técnicas deben referirse a la
imposibilidad de juzgar el contenido de las sentencias de los jueces,
prohibición que busca mantener la independencia judicial.

Pero quien tiene tiempo para esas nimiedades.

miércoles, diciembre 13, 2006

Se Murió, Se Murió,Se Murió...


Se ve que el general tenía poderes ocultos (además de cuentas). Escribí dos entradas sobre la muerte de Pinocho, pero no las pude publicar y se perdieron en el éter de la blogósfera. Me quedo con la frase de Oscar Cardozo: "A la derecha de Chile sólo le queda insultar y agredir a periodistas... rompen el espejo porque no les gusta la imágen que les devuelve".

La historia ha dicho. "Tu nunca tendrás una estatua como la de Salvador, canalla". Me sumo al festejo de Claudio y al igual que María Esperanza, yo también prefiero el método K de disciplinar militares (con lo que dicen en La Barbarie como explicativo racional de lo dicho).

RV: Las Cosas Por Su Nombre

Me gusta como en Diario sobre Diarios a Nelson Castro le dicen "el encargado de responder las cartas de lectores del Diario Perfil". Le sacan el auto adjudicado título de ombudsman, ya que lo que hace el buen Nelson está absolutamente alejado de la realidad de la práctica de los defensores del lector que pululan por el mundo pero brillan por su ausencia en Argentina.

sábado, diciembre 09, 2006

Vendedores de Mierda

Ya hace unos días que quería escribir algo sobre el tema de Nora Dalmaso. Ya se ha dicho bastante. Zanoni tiene una buena entrada al respecto, también Página, y el nuevo director de la Maestría de UdeSA también dice cosas interesantes. Y cita a Stella Martini, mujer gracias a la cual yo hoy tengo un proyecto de tesis respetable.

Dice Stella:

"En algunos países el adulterio femenino se castiga aún hoy con la lapidación. En el nuestro también. El amarillismo propio de la noticia policial suele encontrar su límite en el respeto debido a la víctima y al pudor del público. Pero las crónicas sobre la muerte de Nora Dalmasso cruzaron el borde de lo que se puede decir para exponer a la mujer infiel a los fuegos de la mirada pública. Condenada sin posibilidad de ejercer su defensa, la víctima muere una y otra vez obscenamente frente a nuestros ojos".


Brillante.

El tono profundamente machista del asunto es vergonzoso, pero revela la íntima composición de la sociedad en que vivimos. El asunto es público porque es un crímen, pero el grado de noticiabilidad del asunto dado por los medios supera la media de las muertes violentas que se producen a diario.

Una cosa es reportar un crímen y otra muy distinta es meterse en la vida privada de la gente y darle tapas y espacio central en todos los noticieros. No hay que mentir. Como dice Pagani: "Seamos buenos".

Resumiendo: Si la gente como mierda, el periodismo vende mierda y no se hace mucho problema al respecto.

Sigamos vendiendo mierda. Dale que va.

domingo, diciembre 03, 2006

Sobre la Llamada Tiranía de los Jueces

Hace un tiempo, FT preguntaba sobre "la tiranía de los jueces", a propósito de una entrada sobre la reforma de la Corte Suprema de Justicia. Yo prometí profundizar un poco en el tema.

La "tiranía de los jueces" es un viejo temor de muchos relacionado a la facultad que tienen los magistrados de declarar la inconstitucionalidad de las normas emanadas de la Legislatura. Es un cuestionamiento filosófico y político a ese enorme poder judicial.

Situemonos, al mero efecto del análisis, en los Estados Unidos. ¿Cómo puede ser que un grupo de ancianos blancos que estudiaron en las universidades más caras, dueños de todos los privilegios conferidos por la sociedad capitalista a sus clases destacadas por cuna y fortuna, tengan el derecho de declarar nula una ley emanada de la Legislatura, el órgano más democrático del Gobierno dónde la representación del pueblo se demuestra más cabalmente? ¿Por qué esos nueve ancianos a quienes el pueblo no votó pueden pasar por encima de la voluntad del pueblo?

El problema se relaciona con el carácter supremo de la Constitución en el ordenamiento jurídico. La Constitución de los Estados Unidos en ningún momento dice que los jueces pueden declarar la inconstitucionalidad de una ley. A diferencia de los sistemas de Tribunales constitucionales europeos, dónde el control es centralizado y existen acciones específicas tendientes a lograr la derogación judicial de una norma, en el sistema difuso norteamericano / argentino no existe una norma que establezca esta facultad en cabeza del Poder Judicial.

La misma deriva de dos previsiones constitucionales: la que garantiza la supremacía de la Constitución y la que establece que el poder judicial interviene en todos los asuntos "regidos por ésta Constitución". La ecuación es bastante simple: si los jueces tienen que definir las causas conforme a derecho (A) y si la Constitución es la ley suprema (B), si en el ejercicio de su arte encuentran que una ley contradice la Constitución(C) la deben dejar de lado (D).

Si suponiendo A + B se da C, la consecuencia D es inevitable.

Claro que esto no fue siempre tan claro. Sólo cuando el juez Marshall en el caso Marbury v. Madison (1803) elucubró el razonamiento anterior nació el control judicial de constitucional; contenido en la ley fundamental de un modo velado, como consecuencia lógica de algunos de sus principios más trascendentes.

Es como dijo el juez Marshall en el párrafo que sirve de subtítulo de ésta bitácora:

"...o la Constitución es la ley suprema, inalterable por medios ordinarios; o se encuentra al mismo nivel que las leyes (...) Si es cierta la primera alternativa, entonces una ley contraria a la Constitución no es ley; si en cambio es verdadera la segunda, entonces las constituciones escritas son absurdos intentos del pueblo para limitar un poder ilimitable por naturaleza"


Sin embargo, la lógica del razonamiento no resuelve los problemas filosóficos que hacen a la teoría democrática y a la "soberanía" del pueblo. En vistas a este conflicto, diversos mecanismos procuraron morigerar el amplio poder judicial, muchos de los cuales provinieron de los mismos estrados judiciales.

En ese sentido, puede señalarse:

  1. El control se limita al caso concreto y no implica la derogación hacia todos de la norma.
  2. Los jueces consideran que la declaración de inconstitucionalidad es el último recurso del orden jurídico.
  3. Los mismos jueces ejercen una cierta "auto restricción" a la hora de declarar inconstitucional una ley, actuando muchas veces con "deferencia" hacia los poderes políticos del estado.
  4. Para poder declarar inconstitucional una ley la contradicción debe ser clara.
  5. Los jueces no analizan las "cuestiones políticas no justiciables", categoría creada por los propios magistrados que se inscribe dentro de la auto limitación judicial.

Estos límites son sólo algunos de los muchos que hay; hasta puede decirse que son los más clásicos. Hoy, muchos de ellos están en crisis. La doctrina de las cuestiones políticas es cada vez más cuestionada y la Corte hoy analiza casos que antes no hubiera analizado nunca; se puede ver un cierto "activismo" judicial en ciertos casos, como el del Riachuelo; la intervención de una asociación civil o del defensor del pueblo en amparos colectivos puede llegar a dar a la sentencia ciertos efectos "erga omnes", esto quiere decir, para todos.

Básicamente, estas son algunas de las cosas que es necesario saber para entender el temor a la tiranía de los jueces, un miedo que es de principios, tan viejo como la democracia constitucional y que admitió diversas respuestas de los jueces para mantener vivo el sistema que les da tanto poder.