sábado, diciembre 09, 2006

Vendedores de Mierda

Ya hace unos días que quería escribir algo sobre el tema de Nora Dalmaso. Ya se ha dicho bastante. Zanoni tiene una buena entrada al respecto, también Página, y el nuevo director de la Maestría de UdeSA también dice cosas interesantes. Y cita a Stella Martini, mujer gracias a la cual yo hoy tengo un proyecto de tesis respetable.

Dice Stella:

"En algunos países el adulterio femenino se castiga aún hoy con la lapidación. En el nuestro también. El amarillismo propio de la noticia policial suele encontrar su límite en el respeto debido a la víctima y al pudor del público. Pero las crónicas sobre la muerte de Nora Dalmasso cruzaron el borde de lo que se puede decir para exponer a la mujer infiel a los fuegos de la mirada pública. Condenada sin posibilidad de ejercer su defensa, la víctima muere una y otra vez obscenamente frente a nuestros ojos".


Brillante.

El tono profundamente machista del asunto es vergonzoso, pero revela la íntima composición de la sociedad en que vivimos. El asunto es público porque es un crímen, pero el grado de noticiabilidad del asunto dado por los medios supera la media de las muertes violentas que se producen a diario.

Una cosa es reportar un crímen y otra muy distinta es meterse en la vida privada de la gente y darle tapas y espacio central en todos los noticieros. No hay que mentir. Como dice Pagani: "Seamos buenos".

Resumiendo: Si la gente como mierda, el periodismo vende mierda y no se hace mucho problema al respecto.

Sigamos vendiendo mierda. Dale que va.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y aquel artìculo de la Carta Magna donde se hace referencia a las actividades privadas? Lo recordaràn estos muchachos.

Estas cosas las hacen para tapar cositas màs jodidas...

Anónimo dijo...

Si, somos una sociedad de coprófagos. Es horripilante.

Iván: El 19? Ése sólo dice que el Estado no puede penalizar conductas privadas, no que los periodistas no pueden divulgarlas.

A lo mejor es mas relevante el 1071 bis del código civil: "El que arbtrariamente se entrometiere en la vida ajena (...) será obligado a cesar en tales actividades, si antes no hubieran cesado, y a pagar una indemnización que fijará equitativamente el Juez, de acuerdo con las circunstancias; además, podrá éste, a pedido del agraviado, a publicar la sentencia en un diario o periódico del lugar, si esta medida fuese procedente para una adecuada reparación."

Ahora bien, estoy de acuerdo en que ésto se hace para tapar otras cosas. Nada mejor que sacar entretenimiento barato para desviar la atención.

Anónimo dijo...

Tenès razòn, pero se podrìa decir que el mundillo periodìstico està castigàndola por sus actividades privadas.