martes, marzo 27, 2007

Palabras Más o Menos, Ayer Me Decías

El tema de los jueces de Casación estuvo hoy en boca de todos. La Nación salió muy fuerte a criticar a Kirchner, e incluyó una nota al juez de cámara Alfredo Bisordi, uno de los más cuestionados. No se escuchan buenas cosas de él y si -tal como trascendió por los medios- hay causas retrasadas injustificadamente desde 2003, parecería que existe motivo suficiente para someterlo a juicio político. Esta teoría se ve reforzada con el apoyo dado por el radicalismo a la idea de fletar a estos magistrados.

Sin embargo, las declaraciones del Presidente deben interpretarse en el contexto adecuado.

Por un lado, la motivación política de seguir exprimiendo la bandera de los derechos humanos. Pero más importante, la presencia y actitud del kirchnerismo dentro del Consejo de la Magistratura es lo que permite evaluar más críticamente las palabras presidenciales.

Es sabido que la intención de los cinco representantes oficialistas ante el organismo es hacerse con el control de comisiones clave. Entre ellas, la de Administración Financiera, que maneja todo el presupuesto de la Justicia Nacional.

La otra es la Secretaría General. Hace unas semanas hubo una denuncia policial del oficialista sindicalista Julio Piumato contra el actual SG por haber -supuestamente- ordenado reprimir una protesta del gremio.

Al que le quepa el sayo...

En ese contexto, las críticas a los "modos" presidenciales parece adecuada. De hecho, la Corte Suprema salió con un diplomático comunicado a retar al Presidente:

“Con relación a la cuestión planteada respecto de algunos jueces de la Cámara Nacional de Casación Penal, es preciso señalar que, sin perjuicio de que la conducta de los miembros de los tres poderes del Estado está sometida a controles republicanos, dicho control debe ser efectuado con mesura y equilibrio, utilizando los medios institucionalmente previstos, a fin de respetar la honorabilidad e independencia judicial”.


En una democracia, las formas son muy importantes. Porque el mensaje del presidente no es sólo escuchado por sus destinatarios sino por todos los demás magistrados, quienes conocen la situación del Consejo y saben perfectamente de qué son capaces los poderes de turno.

sábado, marzo 10, 2007

¿Libertad a la Francesa?

Podés pasear por el Quartier Latin y sentarte a la noche a ver la gente pasar. O esperar a que todos los estudiantes de la facultad d'Droit salgan del edificio ubicado en diagonal al Pantheón. O tomar un café en el Café des Fleurs, dónde Sartre hablaba de filosofía. O sentarte en los Jardines de Luxemburgo a leer tranquilo mientras cae la tarde, dónde Hemingway mataba el hambre.

Pero no se te ocurra filmar una escena de violencia callejera y subirla a Internet, a menos que seas un periodista profesional. Podrías ser sancionado con hasta cinco años de prisión o 75.000 euros de multa. Es la nueva ley que impulsó el ministro conservador Nicolás Sarkozy, el mismo que en su momento impulsó la llamada "ley del velo".

Como señala Julián Gallo, la ley se dio a conocer el 3 de marzo, el aniversario de la golpiza que unos policías de Los Angeles le propinaron al ciudadano negro Rodney King.

No termino de entender a los franceses. Amo Paris; quien estuvo, no necesita razones. Y los franceses también la aman: está llena, esquina tras esquina, de enormes placas de mármol recordando a miembros de la resistencia que murieron peleando contra la ocupación nazi, en defensa de la ciudad más hermosa del mundo.

Por la liberté, fraternité et egalité. Curioso concepto de la primera muestra Sarkozy.

martes, marzo 06, 2007

Lazos Familiares

Un compañero del secundario creía que este sujeto era lo máximo. Era un amigo, quien tenía en su carpeta un cartel muy especial. Dónde otros optaban por pegar con rigurosa voligoma chicas ligeras de ropa o juegadores de fútbol, él había puesto un cartel hecho a mano que decía: "La Bolsa".

Un auténtico "neocon" adelantado a su tiempo y a nueve horas de vuelo del lugar dónde podría haber importado. Y es que ya en ese momento -circa 1995- los halcones se estaban preparando para su ataque final sobre la Casa Blanca, de la mano de evangelistas a favor de la pena de muerte y su "mayoría silenciosa" que después de 9/11 hizo bastante ruido, dicen en Iraq.

En fin. Un artículo en Slate rescata la figura del ídolo de mi amigo, cuyo ídolo era -a su vez- el economista Milton Friedman.

Es interesante ver la historia del programa: originariamente, Lazos de Familia iba a ser una serie que giraría en torno a los padres, ex hippies con tres hijos. Pero la figura del muchacho se ganó pronto a la audiencia, particularmente al ejercer -en pleno auge de las reaganomics- la inocente rebeldía del quiero-ser-yuppie-mis-padres-hippies-me-averguenzan.

Un buen recuerdo de esos tiempos de secundario, en los que discutíamos cosas parecidas. Y a pesar de todo, Alex me sigue cayendo simpático.