sábado, julio 25, 2009

Evitismo: Revolución Social 'En Paz'


Acabo de terminar de leer (uy, que tarde) el genial libro de Javier Auyero La Política de los Pobres. Creo que es de esos libros que voy a estar masticando por un largo rato. Por suerte, mañana (bueno, hoy) hay asado con amíga socióloga dedicada al estudio del asunto.

La primera impresión es que Auyero presenta en forma muy convincente un retrato de prácticas clientelares que complejiza el tema y lo aleja del discurso de 'sentido común' (ay, Bourdieu!) que habla de votos a cambio del pancho y la coca. Sin embargo, lejos está [en mi humildo opinión] de justificar la práctica, por el contrario, señala los efectos de dominación que la red 'clientelar' (o de resolución de problemas a través de la intervención política personalizada) tiene sobre los 'beneficiarios' de los favores de los punteros.

De todas formas, al estudio etnológico le falta más contenido normativo en mi opinión, pero probablemente para eso no están los sociólogos (al menos no en su disertación doctoral, como es el caso).

Creo que una frase de él, al final del libro, señala uno de los principales problemas de estas prácticas en manos del peronismo (cito de memoria): El peronismo da comida sin hacer a nadie responsable por su falta. Y ese es justamente el problema, las fallas de las narrativas y prácticas peronistas en generar no narrativas de derechos (que tengo la intuición que las hay, aunque contradictorias) sino actores y prácticas que sirvan para confrontar las causas de la pobreza y la deprivación que justifican las prácticas clienterales. Si esto es así, se explica por qué el peronismo es hoy una fuerza profundamente conservadora.

miércoles, julio 22, 2009

¿Lo Que?

Antes de que todos los 'compañeros' se pongan a festejar presos de un optimismo ciego que ya se torna injustificable... ¿me explican cómo una familia de madre y dos hijos puede sobrevivir dignamente con 270 pesos por mes?

Precindeshit

Bunge, contra el presidencialismo.

¿Qué diría el Criador? ¿Repitiría el famoso grafitti festivo ante la muerte de Evita?

martes, julio 21, 2009

Si, Pero No

El New York Times sobre Sotomayor.

At times, she too willingly ceded ground to her conservative questioners. We wish she had spoken out forthrightly in favor of empathy, a quality President Obama has said he is looking for in his judicial nominees. We would have liked to hear her boldly defend the idea of the Constitution as a living document, one that changes with the times. And we would have preferred if she had used the hearings to explain to the public that the much-mentioned distinction between judges making and applying the law has little meaning.

Pero, como decía en un comentario a un post en lo de RG, esto es casi imposible hoy en día, por los incentivos del sistema y el exitoso discurso conservador en el ámbito del derecho público de los Estados Unidos, que puso a ciertas ideas casi afuera del ámbito de lo aceptable en derecho constitucional.

Electronic Votin'

Buenos recursos en un artículo sobre voto electrónico en Artepolítica. Un poco exagerado el título, sin embargo.

miércoles, julio 15, 2009

Ajá

Es bueno confirmar que lo que uno piensa --respecto de la falsedad de algunas 'filosofías' jurídicas expuestas en las audiencias de Sotomayor- sea confirmado por gente top top top top top.

Dice Dershowitz:

The Sotomayor hearings are worse than most. Senators pretend to be outraged by the thought that a judge might be influenced by ethnicity, gender, religion, political affiliation or other such factors. The nominee pretends that she misspoke, or was misunderstood, when she acknowledged, in a moment of candor, that her Latina background might put her in a better position to understand certain legal or constitutional issues.

Por su parte, Gerken...

I have always believed in confirmation hearings. The Constitution belongs to all Americans, and confirmation hearings offer dramatic proof of that fact. The problem is that what appears to be emerging from the hearings is a depiction of judging that is unrecognizable to lawyers of any jurisprudential stripe.

(...)

The inexorable logic of politics has led both senators and nominees to depict judging as an either/or choice: either the law involves the technocratic application of rules to fact, or it involves free-form democratic engineering. But there is a vast space between those two positions, and somewhere in that space lies the reality of judging. It’s too bad that Americans watching the hearing will never catch a glimpse of that reality.

martes, julio 14, 2009

Lo de los Bomberos + RG

Stanley Fish sobre el caso Ricci v. DeStefano, en boca de todas por las audiencias de Sotomayor. Es muy claro y explica la tensión entre los estándares de 'tratamiento diferente', basado en una responsabilidad individual, y 'impacto diferente' basado en una causalidad histórica.

Por otro lado, las audiencias de Sotomayor se pusieron súbitamente más interesantes. Las afirmaciones simplemente bobas de los senadores de ayer parecen haber dado paso a preguntas más sustanciales que realmente sirven para desentrañar la fiosofía y política del nominado. Lo de ayer parece que sólo era pour la gallerie.

Finalmente, RG está afiladísimo hoy en Página y apuntando conferencias de M. Sandel.

lunes, julio 13, 2009

Audiencias

Es interesante lo que dice Balkin respecto de las audiencias de confirmación en EEUU que --francamente- estoy intentando ver pero por ahora es imposible. La serie larga y tediosa de lugares comunes de los senadores se encuentran con la muy apropiada cara de nada de Sotomayor, que presta atención pero parece estar 'muriendo' por dentro.

En fin, lo que dice Balkin es que las audiencias públicas sirven para determinar si un candidato se mantiene dentro de los parámetros de lo que él llama 'catecismo constitucional', ciertos principios y posiciones que no se alejan de lo que piensa mainstream America. Si es así, entonces las audiencias públicas son un instrumento de control público cuyo fin principal es evitar que a la Corte llegue un juez extremista, o --al menos- muy extremista, tanto de derecha como de izquierda.

Pero los nominados, gente inteligente en última instancia, son muy capaces a la hora de hablar sin decir nada que comprometa su nominación. Después de todo, Thomas y Alito pasaron las audiencias y ahi están. Así que entonces, las audiencias públicas sólo pueden impedir que un tipo como R. Bork llegue a la Corte, alguien que no se averguenza de sus posiciones extremistas y su visión pobre y restringida de lo que es la Constitución y el derecho constictucional.

Si esto último es correcto, entonces el procedimiento muestra un cierto bias a favor de extremistas deshonestos como Thomas en perjuicio de extremistas honestos, como Bork. Genial, ¿no?