jueves, noviembre 09, 2006

Nobleza Obliga

Hace unas semanas, se armó un lindo debate en esta humilde bitácora sobre la ley de la Ciudad de Buenos Aires que prohibía fumar en lugares privados de acceso público, tales como bares, restaurantes, restós (?), etcétera.

Poniéndome en la posición del devil's advocate --ya que no estoy seguro todavía qué hacer con la norma- salí a defenderla, y a tirar uno de los muchos argumentos que se pueden utilizar para defenderla; el de la salud pública.

Pero Alberto Bovino dijo en los comentarios algo así como que se acercaba la posibilidad de que en cualquier momento el Estado nos obligue a hacer ejercicio a las 5 AM, comer sanito y sin grasa, etcétera.

En su momento, no me pareció un peligro inminente.

Pero parece que Bovino tenía razón.

(Lo que son capaces de hacer los diputados por un poco de cámara).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En este caso parece que soy yo el que he adoptado la postura del abogado del diablo.

Entonces, digo, ojo, que la ley no te condiciona a vos -cliente- para nada, ni te manda a hacer ejercicio, ni a comer lechuguita.

A ver: el hecho de que el Estado pueda poner bicisendas en la vía pública no te va a obligar a vos a andar en tu bici, ni es una medida perfeccionista / moralista en contra de los automóviles con reproche implícito a sus choferes.

(Salvo si la proporción de ancho de calle fuera impeditiva en la práctica, tipo 90 % bicis, 10 % autos, que no es el caso, porque acá la ley te pide disponer "un solo" plato, algo que de hecho la gran mayoría de los restaurantes está dando desde antes que el legislador se lo impusiera).

Me vas a decir que es distinto porque el Estado es patrono de la "vía pública", lo cual es verdad, pero ahí está adonde yo apunto: la ley puede atacarse por edictar -ponele- una regulación irrazonable y demostradamente gravosa para el restaurantero, pero no por "perfeccionista" para (contra) el cliente .

Bueno, tengo más para decir, pero ya lo dije en mi blog, que supongo habrás leído. Pero igual, si contamos los votos, parece que estoy en minoría.

Anónimo dijo...

Gustavo: No estamos diciendo cosas contradictorias, estamos diciendo cosas distintas. Pero no podés negar el sentido político de la lucha estadounidense contra el tabaco, que en ese caso sí se debía al lobby médico. Y sucede como en el caso de las leyes penales de la cultura de la emergencia. Surgen para ser aplicadas "excepcionalmente" a fenómenos como el terrorismo de Sendero Luminoso —pero ni en ese caso resultan constitucionalmente admisibles—, se naturalizan y se extienden como una metástasis a casi todo el derecho penal.

AB