sábado, septiembre 26, 2009

Free Bird


La historia de Lynyrd Skynyrd me resulta muy atractiva: una banda del sur de los Estados Unidos, con aspecto de hippies pero reivindicando cierta identidad sureña compleja y difícil de entender desde afuera. La bandera confederada siempre presente en los recitales, una canción como Sweet Home Alabama... ¿racista o no racista? Difícil. Y se cagaron muriendo muchos en el 77', en un accidente de avión. Y esa otra canción, genial, que tantas veces escuche cantada por algún borracho al final de alguna fiesta o en algún karaoke de mala muerte del Barrio Chino.

En fin. Algunos son verdaderos free birds y hacen la suya.

Caparrós, en una entrevista de hoy.

El problema de todo esto es la sospecha que han conseguido crear en estos seis años de gobierno. Esta ley en septiembre de 2003 habría suscitado un apoyo infinitamente mayor que el que podría tener ahora, porque no habría estado presente el contraste con lo que hicieron con medidas reivindicables para un sector que, una vez tomadas, fueron desbaratadas. Con los fondos de las AFJP hicieron desde campaña electoral hasta manejo discrecional de los fondos. Esa expropiación no se usó para paliar la pobreza, para redistribuir. Ese fue el error de la 125: no decir que iban a aumentar las retenciones al campo porque los hospitales de la Argentina necesitan una inyección de fondos que sólo se puede dar de esa manera. Si hubieran salido con ese discurso, habría sido muy distinto. Sin embargo, siempre estuvo la sospecha, y por experiencia, de que lo hacían para recaudar para beneficio político propio. Ese es el problema con estas medidas tomadas ahora y no cuando se podía creer que querían otra cosa.

Abraham, en Perfil.

Es notorio que no tenemos tiempo para recordar a Julio Nudler, el brillante y honesto periodista silenciado por su propio medio informativo y marginado por la misma corporación periodística que hoy festeja sin pudor esta ley. Se atrevió a denunciar la corrupción desde un lugar progresista que sabía bastardeado. Pero somos muchos los que recordamos lo que decía y de quiénes hablaba.

(...)

Había muchos que no querían ser confundidos con la derecha. Los socialistas dicen ser coherentes con su tradición, pero puede suceder que a veces ser tan tradicional se convierta en un problema. El amor a lo público no es todo. Cuando se es tan exigente con la transparencia, no hay por qué ser tan comprensivo con un gobierno que hace la ley y la trampa al mismo tiempo.

Otros no hacen la suya. Lo siento por ellos. 

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