martes, octubre 13, 2009

Ley de Medios, Primeras Reflexiones (de Otros)

Muchos salieron a decir cosas interesantes sobre la ley de medios. Me quedo con los que tengo algunos puntos de contacto, es decir, argumentos con los que estoy total o parcialmente de acuerdo. Me gustó Gargarella marcando los puntos del proceso legislativo y de la ley que generan rechazo desde una perspectiva igualitaria y de izquierda. Me gustó Novaro, señalando problemas con la ley y --fundamentalmente- con las intenciones, que siempre son importantes ya que las mismas determinan lo que la ley terminará haciendo. Me gustó Albaceres, quien apoyó la ley pero resalta que la ley podría haber salido mejor y con un consenso más amplio si el kirchnerismo hubiera mostrado una lógica de poder menos kirchnerista. Sin embargo, lo de Albaceres me genera un poco de ruido: ¿No estaremos ante la primera muestra del famoso atajamiento ante un futuro posiblemente sombrío? Ya que cierra Albaceres diciendo:

"La protesta –el conflicto– es el medio con el que los débiles pueden tomar la palabra. La ley de medios será democrática, entonces, sólo si permite extender esta noción, si se vuelve un instrumento radical de circulación de las palabras más agudas y contrastantes, de las voces de los menos poderosos. Si se limita a garantizarle un lugar a una FM de Daer, me quedo con TN."

Demasiada fe la de Albaceres, para mi gusto. Me inclino por la FM de Daer, pero el futuro es incierto y está en gran medida, no-escrito, como decía Strummer.

Me gustó Tenembaum, demostrando como se puede tener una opinión realmente inpendiente, ser un periodista serio y creíble y apoyar o rechazar la ley de medios con cierto derecho a no ser canallamente insultado ni de uno u otro lado. Creo que el amigo de Zloto logra rescatar  (Novaro también) la idea de periodismo independiente, un concepto ilegítimamente bastardeado por algunos plagiaristas de todo lo que hace el Gobierno, gente que simplemente no entiende como funcionan los medios. Un semiólogo a la derecha, por favor. Esto se relaciona con la idea de que los medios manipulan a la gente, idea que le da risa a Abraham, por ejemplo (y a mí también).

Finalmente, me gustó Viau, señalando comportamientos de legisladores que llevan a la mente hacia el famoso caso de la Corte Constitucional colombiana, pero por ahora mejor no profundizar en esta vinculación que ofendería a más de un cientista político.


3 comentarios:

CV dijo...

"Esto se relaciona con la idea de que los medios manipulan a la gente, idea que le da risa a Abraham, por ejemplo (y a mí también)"

Ahora, ¿no es un poco un contrasentido creer que los medios no "manipulan" a la gente, y creer que el "clientelismo" sí lo haría?

http://ramiroau.blogspot.com/2009/07/evitismo-revolucion-social-en-paz.html

(Vale también al revés, claro: creer (como parecería que algunos lo hacen) que los medios sí manipulan a la gente, y que el clientelismo, en cambio, no)

¿O habría alguna diferencia relevante que estoy perdiendo de vista?

En fin. Aunque es un tema en el que no soy experto, y que requeriría contar con mayor contrastación empírica, me inclino por una respuesta negativa en los dos casos.

Saludos.

Ramiro dijo...

Estimado CV, la relación que subraya es pertinente. De hecho, lo mismo dije en un artículo de Artepolítica para atacar el criterio que aquí indico me da risa.

Si lee bien mi entrada, se dará cuenta que digo que Auyero logra destrabar el discurso barato de dominación clientelar ('van por el pancho y la coca'), lo que no implica que no detecte redes de dominación mucho más complejas en su investigación etnográfica. Le recomiendo el libro, es realmente bueno.

Lo que me da risa en relación a los medios es un argumento similarmente simplista: que los medios 'manejan' a la gente a piaccere. Claro que, desde una visión más sofitisticada, está probado que los medios influyen en la opinión pública, de diversas maneras. Por ejemplo, a través de la determinación y/o legitimación de la agenda pública. Sin embargo, el receptor del mensaje ('la gente') no es nunca pasivo: esta idea es la de la aguja hipodérmica y ya ha sido largamente desacreditada entre los teóricos de la comunicación, que han demostrado que el mensaje es emitido por el emisor pero recibido por el receptor a través de una red cultural propia, que es individual en gran medida (es decir, depende de una historia propia), pero claramente enmarcada en una sociedad y un tiempo determinados.

Saludos.

CV dijo...

Ramiro:

Claro, leí tu entrada (si te fijás, allí te dejé un comment).

También leí (hace ya un tiempito) ese libro de Auyero y otro en el que participa y compila artículos suyos y de otros autores.

"que han demostrado que el mensaje es emitido por el emisor pero recibido por el receptor a través de una red cultural propia, que es individual en gran medida (es decir, depende de una historia propia), pero claramente enmarcada en una sociedad y un tiempo determinados."

Interesante esto que decís con relación a los "medios" (digamos, que pueden "influir", pero no "determinan" comportamientos (i.e.: votos))), porque me parece que perfectamente se podría aplicar mutatis mutantis al caso del "clientelismo".

Saludos.

pd: Soy pendejo todavía, eh...