Me estoy yendo, igual que Bilbo, sin pañuelo. Porque uno nunca sabe a donde nos llevaran los pies cuendo inciemos el camino. Pero el viaje, lamentablemente, será corto. De todos modos, llega a su fin el año 2005, completamente inesperado --para mí- desde todo punto de vista. No voy a hacer semblanzas ni reflexiones. Que el 2006 nos depare nuevas alegrías, desafíos y conocimientos que sirvan para entender un poco mejor el mundo que nos tocó en suerte. Y ver qué hacemos con el tiempo que nos es dado.

Felicidades.
1 comentario:
Hola:
Feliz año
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