[Nota: si no leyó 1984 de George Orwell, mejor no lea esta entrada]
Esto iba a ser solo un twitterazo de esos que pongo arriba para referenciar contenido que me parece interesante. Pero el testimonio de una mujer torturada que muestran en Iureamicorum me hizo pensar, particularmente este párrafo en el que la víctima explica que todo torturado se suma a una larga cadena de horror que recorre a toda la humanidad, en todas las épocas.
Sirve para saber de qué estamos hablando cuando hablamos de justificar la tortura.
Esto iba a ser solo un twitterazo de esos que pongo arriba para referenciar contenido que me parece interesante. Pero el testimonio de una mujer torturada que muestran en Iureamicorum me hizo pensar, particularmente este párrafo en el que la víctima explica que todo torturado se suma a una larga cadena de horror que recorre a toda la humanidad, en todas las épocas.
"Es una larga cadena, caso tras caso. Pero así tu nombre se incorpore a las largas listas donde se pierden los rostros, cada uno es una persona que se enfrenta a una antigua y primitiva práctica inhumana, sustentada en el dolor, la humillación, en quebrar voluntad, lealtad y fe de los seres humanos. Y pone en jaque su fe religiosa, la lealtad a sus amigos, el amor a su pueblo, a su convicción política".La última frase me hizo acordar a esa escena de 1984, hacia el final del libro. Cuando a través de la tortura (en realidad, a través de la amenaza de tortura), el torturador quiebra no ya la voluntad de su víctima, sino el último resquicio de libertad que le quedaba y lo obliga a renunciar a lo único que creía que nunca iba a renunciar: al amor de ella.
Sirve para saber de qué estamos hablando cuando hablamos de justificar la tortura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario