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Si ven algo de televisión estadounidense, seguramente conozcan a las mellizas Olsen, dos encantadoras niñas que viven en los medios prácticamente desde que nacieron. Participaron de muchos programas de éxito y dieron el salto a la adultez sin mayores inconvenientes, a diferencia de otros.
Hay otras dos niñas, también hermanas gemelas, rubias y jovenes. Se parecen bastante a las Olsen pero con una sutíl diferencia. El grupo que conforman se hace llamar Prussian Blue, y la tipografía de su página de Internet puede ser indicio suficiente de por qué el ACS Blog se ocupó de mencionarlas y varios grupos de derechos civiles se manifestaron en contra del mensaje que propagan.
Las chicas, cuyo DVD se llama 'Cabello Rubio, ojos azules' dijeron:
Podría tratarse de un simple caso de racismo, pero miremos más profundamente. El abuelo de las menores tiene a la cruz esvástica registrada como su marca de ganado. "Porque es provocativo", explicó la madre de las niñas, April Gaede. "Él cree que es importante como símbolo de la libertad de expresión que pueda usarla como su marca de ganado", agregó.
Hay otras dos niñas, también hermanas gemelas, rubias y jovenes. Se parecen bastante a las Olsen pero con una sutíl diferencia. El grupo que conforman se hace llamar Prussian Blue, y la tipografía de su página de Internet puede ser indicio suficiente de por qué el ACS Blog se ocupó de mencionarlas y varios grupos de derechos civiles se manifestaron en contra del mensaje que propagan.
Las chicas, cuyo DVD se llama 'Cabello Rubio, ojos azules' dijeron:
"Estamos orgullosas de ser blancas, queremos seguir siendo blancas" (Lynx) "Queremos que nuestra gente siga siendo blanca... no queremos ser, tu sabes, una gran mezcla. Sólo queremos preservar nuestra raza".
Podría tratarse de un simple caso de racismo, pero miremos más profundamente. El abuelo de las menores tiene a la cruz esvástica registrada como su marca de ganado. "Porque es provocativo", explicó la madre de las niñas, April Gaede. "Él cree que es importante como símbolo de la libertad de expresión que pueda usarla como su marca de ganado", agregó.
Veamos un poco las letras de las canciones. En Sacrificio, las chicas cantan:
"Rudolph Hess, hombre de paz. Él no se rendiría, y no dejaría de dar su lealtad a nuestra Causa. Recuerdenlo..."
En Victory Day, dicen:
"Los tiempos son duros para que un orgulloso hombre blanco viva. Y aunque parezca que este mundo no tiene vida para dar. Los tiempos van a cambiar pronto. Y ese alegre día de verano, cantaremos nuestra canción de la Victoria".
Y, por último, en Aryan man awake, el estribillo dice:
"Hombre ario despierta, Cuanto más vas a tolerar? Convierte ese temor en odio, hombre ario despierta".
Y veamos que significa el número 88 para ellas...
¿Que lindo, no?
Cabe preguntarse de donde sacan dos chicas que recién están entrando en la adolescencia todo ese odio. Para empezar la búsqueda, parece lógico empezar por los padres.
La mamá es la responsable de su educación Los video son de una entrevista dada al programa Primetime, de la ABC.
El problema es que ese mensaje constante es lo único que las chicas aprenden. Son educadas por su mamá siguiendo el método de educación en-la-casa.
Este polémico sistema es usado principalmente por gente que desconfía de las "instituciones", principalmente del Estado. Permite a los padres educar a los chicos dentro de sus propias casas, y de ese modo inculcarl en sus hijos sus ideas, sus pensamientos, cualquiera que ellos fueran.
Aunque cueste creerlo, el sistema recibe poco rechazo de la opinión pública. En 1985, el 73% de la población lo rechazaba. En 2001 ese número disminuyó al 54%. Incluso existe una organización a nivel nacional que nuclea a los padres que adoptan éste método para educar a sus hijos.
La legalidad del sistema y su funcionamiento depende del cada uno de los Estados que componen la Unión. La Suprema Corte de los Estados Unidos nunca se expidió al respecto, pero sí resolvió cuestiones similares. En el caso Wisconsin vs. Yoder, el Supremo Tribunal reconoció el derecho de padres amish a mantener alejados de la escuela pública secundaria a sus hijos por motivos religiosos.
Mientras que en algunos estados basta con notificar a la autoridad escolar correpondiente, otros exigen el cumplimiento de requisitos mínimos tales como la aprobación del plan de estudios. Algunos requieren la supervisión de una maestra, y en Wikipedia, se dice que ello resulta de la necesidad social de tener un "público educado perparado para vivir en una sociedad democrática".
A pesar de la polémica y lo extraño que el sistema pueda resultar para el público argentino, el tema de la educación "en casa" puede ser más complejo de lo que parece. El constitucionalista Humberto Quiroga Lavié dijo en un párrafo revelador:
"Libertad de aprender implica derecho a no ser obligado a recibir una enseñanza determinada. [Tanto la libertad de enseñar como la de aprender] coadyudan para el fortalecimiento de la democracia: sin cultura popular, ella es una utopía. Ambas libertades repudian el totalitarismo educativo y el monopolio cutlural. La educación es patrimonio común de la familia, la escuela, la sociedad y el Estado: ninguno la debe monopolizar pues, de lo contrario, no habría sentido de libertad en ella (...) En ningún caso el Estado puede resignar su función tuitiva y de contralor de toda la enseñanza".
En Argentina, la educación estatal ha funcionado como el gran unificador durante casi todo el siglo XX. Las diferentes corrientes migratorias encontraron en la escuela pública el primer punto de reunión, recibiendo educación de calidad en todos los niveles.
Pero la educación estatal siempre conlleva implícitos algunos temores, no simpre infundados. La historia de los estados modernos es la historia del poder y el modo que los pueblos buscaron para limitarlo. El temor al Estado está en la raíz del constitucionalismo, por el simple hecho de que en el momento en que nació, era --junto a la Iglesia- el único ente lo suficientemente poderoso como para oprimir a poblaciones enteras.
Mediante la separación entre la Iglesia y el Estado y los mecanismos de "pesos y contrapesos" que establecieron las constituciones liberales, esos poderes fueron controlados. A la Iglesia se le quitó el poder terrenal; al Estado se lo dividió en tres funciones que se controlarían mutuamente.
¿Por qué limitar el poder? Por el simple hecho de que no existe un mecanismo que asegure que aquellos que lo ocuparán serán sabios y justos. De existir un mecanismo así, la limitación del poder sería irrazonable, ya que el príncipe obraría siempre con justicia.
En la educación hay un temor parecido. Puede ocurrir que la educación estatal sea tomada por un grupo lo suficientemente poderoso como para imponer sus ideas, por absurdas que éstas sean. Uno puede imaginarse las mentiras contenidas en la currícula escolar del régimen nazi o el sistema stalinista. Y no es necesario irse tan lejos: en Argentina hubo años en los que los textos escolares de primer grado albaban al partido de gobierno y al líder que le diera su nombre.
A ello debe agregarse el derecho de los padres a educar a sus hijos y a transmitirle sus valores. La madre de las chicas, Abril Gaeden, dijo a la ABC: "Si fueramos cristianos, probablemente cantarían música cristiana. Pero somos nacionalistas blancos, y eso es parte de nosotros".
Pero la eduación en casa acarrea el defecto en su propio nombre. La educación "en casa", es sólo eso: en casa. Los niños así educados no reciben otro tipo de influencias y se convierten en receptores vacíos de lo que los padres les transmiten. No pueden escuchar "otra campana".
Cuando tenían 11 años, una de las niñas llamó a un talk show de radio y habló sobre 'sus' creencias con la conductora. Cuando la charla terminó, y luego de que la nena atacara a Martin Luther King, la presentadora dijo: "Si esa conversación no te rompió el corazón... Esa es una niña que fue propagandizada por alguien".
Gracias a Castpost
Una discusión interesante se presentó en una entrada del blog de Diego Goldman. Allí, pueden encontrarse visiones de todo tipo, desde aquella que rechaza absolutamente la educación privada, hasta la que hace lo imismo con la educación pública.
El autor del blog inició el debate sosteniendo que la escuela puede ser utilizada para inculcar ciertos valores ciudadanos. En un comentario, un historiador liberal dijo:
"...creo que el desideratum para dentro de 60 o 70 años debe ser la educación privada y libre (...) Hay alternativas muy válidas como el homeschooling [escuela en casa], o bien la competencia entre escuelas y docentes con el sistema de vouchers, lo que mejoraría también la calidad de la educación pública".
Por el contrario, en otro comentario se dijo:
"Yo estoy en contra de la educación privada, así como estoy en contra de la salud privada".
Ambos aportes están sacados de contexto, pido que vean aquí la discusión completa. Pero muestran dos posiciones que --en mi opinión- son demasiado extremas.
El problema de la educación en casa es el de la propagnadización, como dijo la conductora de radio citada antes. Si bien el Estado puede --en teoría- funcionar del mismo modo e inculcar propaganda más que conocimiento, las posibilidades que eso realmente pase son muy remotas. Hoy en día, con el control de la opinión pública de los actos de gobierno, el control judicial sobre la constitucionalidad de los actos de la administración y la existencia de educación privada alternativa, el riesgo de que el Estado propagandice a los ciudadanos a través de la escuela es casi inexistente.
No olvidemos: la escuela es la sociedad buscando formar ciudadanos. La complementariedad de la escuela y la familia parece ser una barrera lo suficientemente poderosa para evitar el lavado de cerebros juveniles.
Si no, se puede terminar jugando a esto...
Esa barrera no la ofrece el sistema de educación en casa. El caso de Lamb y Lynx es un triste ejemplo de ello.
1 comentario:
Justo mencionaste la discusión que se armó en mi blog, así que quitaste buena parte de lo que iba a comentar.
La cuestión fundamental es que cualquier menor tiene derecho a desarrollar un plan de vida de acuerdo a sus propias creencias, lo que implica que nadie puede monopolizar su educación e imponerle una determinada escala de valores.
Tanto el monopolio estatal de la educación como el monopolio "parental" implican ese riesgo, por eso lo interesante es una educación que muestre diferentes visiones del mundo, para que el chico pueda elegir.
Un niño es una persona independiente, no un esclavo de sus padres, por lo que no soy partidario del "home schooling" ni del monopolio absoluto de los padres al elegir la educación de sus hijos.
Con respecto a estas chicas (de las que había tenido noticia sólo a través del inefable Chiche Gelblung), la verdad es que el nazismo que les inculcaron me parece una atrocidad.
Pero ojo, muchos artistas defienden dictadores y terroristas de otras tendencias (como Fidel Castro, Kadaffi,ETA, las FARC), sin que generen el mismo rechazo.
Y ojo que el comunismo también acabó con millones de vidas, pero lamentablemente de eso se habla poco y nada, y sólo reflexionamos de estas cosas cuando aparece alguien defendiendo al monstruo de Hitler, pero no al "monstruito" del Che Guevara, por ejemplo...
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