domingo, marzo 19, 2006

Un déjà vu del horror

Déjà vu (también concido como paramnesia). Sensación que se tiene de haber vivido una situación o un hecho con anterioridad.

Altamente recomendable es la cobertura realizada hoy por Clarín sobre una noticia alarmante: el descubrimiento --con documentos que lo acreditan- de que en la base naval de Trelew, la Armada Argentina realiza actualmente tareas de espionaje ilegales contra civiles, políticos y militantes de los derechos humanos.

He tenido la oportunidad de ver las fotocopias de los documentos difundidos ayer por el CELS, gracias a una denuncia recibida de un marino arrepentido, cuya declaración en carácter de testigo de identidad reservada será fundamental a la hora de que los responsables sean juzgados.

Estos documentos muestran el descaro con que persisten los viejos hábitos (¿o debería decir, vicios?) dentro de las fuerzas militares.

Ese descaro se expresa en prolijos partes oficiales, confeccionados con una redacción correcta y razonablemente escasa en apreciaciones personales de sus redactores. Y están dotados de la impertinente soberbia de los sellos oficiales y las firmas con nombre, apellido y cargo completos.

[Las fichas de Nilda Garré y Jaime Garreta, que presentó Clarín]

Señalo la cobertura de Clarín, porque fue el único diario de los tres que leo los domingos que le dió al tema la cobertura que merece. Fue tapa y título principal y mereció una amplio tratamiento de varias páginas. Perfil, lo relegó a la página 11, y prefirió anteponer en la página 4 la gran noticia de una nueva entrada del blog de la hija del presidente (?). La Nación dio el tema en tapa, y le dió una cobertura adecuada, pero prefirió destacar como noticia importante un aumento salarial a los empleados estatales... en Santa Cruz.

Destaco la crónica de Walter Curia, cuyo título resume todo.

El hecho se me presenta como de una gravedad enorme, potenciada por la cercanía de un nuevo aniversario del golpe militar. La ilegalidad de los hechos documentados es evidente: las tareas de espionaje interno estan absolutamente vedadas a las fuerzas armadas por la ley de Seguridad Interior y la de Defensa Nacional.

El artículo 15 es ésta última norma establece:

"El organismo de mayor nivel de inteligencia proporcionará la información y la inteligencia necesarios a nivel de la estrategia nacional de la defensa.

La producción de inteligencia en el nivel estratégico militar estará a cargo del organismo de inteligencia que se integrará con los organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas y que dependerá en forma directa e inmediata del ministro de Defensa.

Las cuestiones relativas a la política interna del país no podrán constituir en ningún caso hipótesis de trabajo de organismos de inteligencia militares".

La ley no podría ser más clara. Pero lo que queda, cuando a la ley se elije no cumplirla, es la trampa. Es necesario luchar contra la fuerza de la costumbre profundamente arraigada en el seno de las Fuerzas Armadas.

Lejos de llevarnos a una situación de pánico --posibilidad no del todo descabellada- debe llamarnos la atención sobre un hecho: la Fuerzas Armadas argentinas mantienen todavía los vicios de un tiempo que parece resistir los embates de la historia y la verdad, tal vez resguardándose en la oscura cueva de la falta de justicia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahí Nilda podría haber mandado un Habeas data a la Armada ;-)

Anónimo dijo...

Buenos Aires, martes 13 de junio de 2006

Sr. Presidente de la República
Dr. Néstor Kirchner

Ref.: Condecoración al Cabo Alegre

De mi consideración:

Atento a la dignidad y el coraje personal que el Cabo Carlos Ariel Alegre
ha demostrado en su defensa solitaria de las libertades y garantías
democráticas solicito a Vd. tenga a bien conferirle al mismo una
condecoración u orden al mérito que lleve el nombre de algún prócer civil
que se haya destacado en la defensa de las libertades democráticas (e.g.:
Moreno, Castelli), así como una promoción al grado inmediato superior.

Fundo mi solicitud en la necesidad de que dicho valioso testimonio de
desprendimiento personal cunda a lo largo y ancho de las instituciones
armadas así como de las civiles. La necesidad de que este testimonio se
derrame es imperiosa por cuanto desde la infausta Semana Santa de 1987 en
que se instauraron las Leyes de Obediencia Debida las instituciones civiles
y militares se fueron hundiendo cada vez más en la genuflexión y la
endogamia más intolerables de que se tenga memoria.

Es este estado de genuflexión generalizada el que viene postrando y
postergando el despegue institucional de nuestra patria volcando al grueso
de nuestros compatriotas a adoptar mecanismos de defensa que vulneran su
dignidad personal obligándolos a agavillarse, humillarse y otorgar
situaciones ilegales callando las mismas, a los efectos de poder preservar
derechos adquiridos u obtener posiciones a las que debería acceder sólo por
vías legales y legítimas.

En ese sentido me dirijo a Vd. para reiterarle que el otorgamiento de una
condecoración conjuntamente con la promoción al grado inmediato superior, a
ser otorgado en acto público y solemne al que debería ser invitada la
ciudadanía civil sellaría con todos los honores una actitud de arrojo
cívico y moral que merece de parte de todo el pueblo argentino la mayor de
las gratitudes.

Sin otro particular, le saluda

Eduardo R. Saguier
Investigador del CONICET
http://www.er-saguier.org

Anónimo dijo...

En principio, quiero expresar mi sorpresa de los expresado por el Sr. Saguier R. Eduardo. Sorpresa en cuanto seria inextenso plasmar mi padecimiento que se inició a principios de 2005. Creo que su nota me permite a partir de hoy recobrar fuerzas para seguir adelante en cuanto debo enfrentar en la soledad los poderes de hecho que se estan imponiendo y montaron un gran andamiaje de prensa haciendome aparecer como un arrependito, lo cual no lo soy ni nunca lo fuí, por todo lo contrario, nadie sabe por lo que tuve y tengo que pasar en estos momentos, presiones, amenazas, hostigamiento y, lo que más duele esa apatia social que quedo eclipsada ante el poder omnipotente de una prensa mal informada. "El Arrepentido", estigma, etiquetamiento gratuito, que ha confundido a la sociedad y a los actores gubernamentales. Es importante la cobertura que han realizado determinadosmedios escritos, pero tambien es grave lo que han hecho en detrimento de mi buen nombre y honor. Por GRACIAS con mayusculas Sr. Saguier por estar tan cerca de una realidad individual que se mescla con una realidad social. Lo que sucede es que los poderes de hechoestan creando una realidad y difundiendola por determinados medios escritos,y edificar una realidad una vez ocurrida ésta es tergiversarla, es modificarla, ¿porque? y ¿para que?. Gracias nuevamente Sr. Saguier por el aliento que hasta ahora no he recibido, sino por todo lo contrario. Atentamente Carlos Ariel Alegre DNI 24860219