Uno de los debates políticos más necesarios en nuestro país se tiene que dar de un solo lado de la vereda: la división clara y evidente del llamado campo progresista. Resulta evidente que gente que se identifica a sí misma como progresista entiende que el Gobierno de eso sólo tiene un maquillaje bastante superficial. Otros, por el contrario, entienden que todos los que no están con el Gobierno son la derecha rancia y dura, por más que éstos rechacen el mote.
Un ámbito de discusión con no demasiada cantidada de voces del primer grupo es el blog Artepolítica. Allí, María Esperanza Casullo publicó una entrada que indaga sobre el lugar dónde los senderos progresistas se bifurcan. El kirchnerismo como divisoria de aguas.
"La cuestión más urgente que el progresismo argentino tiene frente a sí en estos momento", dice MEC. Según MEC, "los senderos se bifurcan como se bifurca un arroyito si encuentra una piedra. En este caso, la piedra es el kirchnerismo".
Ejemplos de quienes entienden que los que no están con el kirchnerismo son golpistas y admiradores de Videla podrán encontrarse en los comentarios del artículo de Artepolítica (hay mejores y peores argumentos, plumas, chicanas, etcétera). Un buen ejemplo de los que se inclinan para el otro lado apareció el otro día en Página/12, con una nota de Rubén Lo Vuolo (supo ser candidato a Ministro de Economía de Carrió) y Roberto Gargarella.
Dice el tándem Lo Vuolo / Gargarella:
Es posible plantear diferencias entre las dos posiciones. Y la diferencia radica en qué carazzo definimos como un programa de izquierda.
Según María Esperanza, un programa de ese estilo debe:
Para Lo Vuolo / Gargarella, esta agenda debe incluir:
Estos dos últimos autores incluyen una larga serie de por el contrarios que dejan en evidencia que, en los puntos que destacan, el Gobierno hace o bien exactamente lo contrario o tiene deudas enormes que deberían ser saldadas. De los seis puntos de María Esperanza, el Gobierno hace agua groseramente en al menos cuatro.
Parece difícil, sin embargo, obtener cambios de posicionamientos en un corto plazo. La cuestión es bastante radical: Nosotros tenemos razón y no entendemos cómo ustedes pueden estar tan equivocados. Ana C dice la frase desde el lado antik que reivindica la izquierda. Otros hacen exactamente lo contrario. Por ahora, habrá que amontonarse en el ala izquierda del salón, procurando no pegarle codazos a nadie.
Un ámbito de discusión con no demasiada cantidada de voces del primer grupo es el blog Artepolítica. Allí, María Esperanza Casullo publicó una entrada que indaga sobre el lugar dónde los senderos progresistas se bifurcan. El kirchnerismo como divisoria de aguas.
"La cuestión más urgente que el progresismo argentino tiene frente a sí en estos momento", dice MEC. Según MEC, "los senderos se bifurcan como se bifurca un arroyito si encuentra una piedra. En este caso, la piedra es el kirchnerismo".
Ejemplos de quienes entienden que los que no están con el kirchnerismo son golpistas y admiradores de Videla podrán encontrarse en los comentarios del artículo de Artepolítica (hay mejores y peores argumentos, plumas, chicanas, etcétera). Un buen ejemplo de los que se inclinan para el otro lado apareció el otro día en Página/12, con una nota de Rubén Lo Vuolo (supo ser candidato a Ministro de Economía de Carrió) y Roberto Gargarella.
Dice el tándem Lo Vuolo / Gargarella:
"Según entendemos, un programa de izquierda debería apostar ineludiblemente por una mayor democratización política y un mayor igualitarismo económico. La mayor democracia política debe significar reformas destinadas a asegurar la redistribución de la autoridad política; la atomización del poder; incentivos para la intervención cívica en política –en definitiva, la recuperación por parte de la ciudadanía de su poder de decisión y control sobre los asuntos públicos–. El modelo político implementado en los últimos años representa, en cambio, el máximo ejercicio, en democracia, de la verticalización de la autoridad. (...) Una agenda de izquierda requeriría mayor control popular sobre el uso de los fondos públicos. Sin embargo, lejos de promover –por caso– un presupuesto participativo, las reformas institucionales implementadas en los últimos años han seguido el camino directamente opuesto".
Es posible plantear diferencias entre las dos posiciones. Y la diferencia radica en qué carazzo definimos como un programa de izquierda.
Según María Esperanza, un programa de ese estilo debe:
- Respetar la defensa irrestricta de la agenda de derechos humanos.
- El sostenimiento de un estado de derecho.
- Apoyo de la intervención del estado en la economía.
- Avance hacia una mayor equidad económica y social.
- Puesta en funcionamiento de mecanismos amplios y efectivos de ciudadanía social.
- Avance en la democratización de los medios de toma de decisión política.
Para Lo Vuolo / Gargarella, esta agenda debe incluir:
- Mayor control popular sobre los fondos públicos.
- Difusión de información plena y transparente de parte del Gobierno.
- La democratización de la palabra y la comunicación públicas.
- Fortalecimiento del control popular sobre el gobierno.
- Injerencia directa de la ciudadanía en los órganos de la Justicia.
- Estructura tributaria progresiva.
- Universalizar el acceso a políticas sociales de transferencia de ingresos.
Estos dos últimos autores incluyen una larga serie de por el contrarios que dejan en evidencia que, en los puntos que destacan, el Gobierno hace o bien exactamente lo contrario o tiene deudas enormes que deberían ser saldadas. De los seis puntos de María Esperanza, el Gobierno hace agua groseramente en al menos cuatro.
Parece difícil, sin embargo, obtener cambios de posicionamientos en un corto plazo. La cuestión es bastante radical: Nosotros tenemos razón y no entendemos cómo ustedes pueden estar tan equivocados. Ana C dice la frase desde el lado antik que reivindica la izquierda. Otros hacen exactamente lo contrario. Por ahora, habrá que amontonarse en el ala izquierda del salón, procurando no pegarle codazos a nadie.
3 comentarios:
Un lindo post que resume la discusión muy bien. ¿Por qué lo de "antik"?
Me encantan las frases que van cambiando todo el tiempo en el encabezamiento del blog.
Bueno, no necesariamente anti, pero si una posición crítica del kirchnerismo... o leí todo mal? ;-)
ja, lo había asociado con antiguo.
Y sí, crítica es la posición :-)
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