miércoles, junio 01, 2005

El secreto mejor guardado del periodismo ¡REVELADO!

La fuente anónima que ayudo a los periodistas del Washington Post Carl Bernstein y Bob Woodward a develar el escándalo de Watergate que obligó a renunciar al presidente Richard Nixon en 1974 fue revelada: el misterioso "hombre del presidente" en cuestión es Mark Felt, entonces número 2 del FBI.

Hoy con 91 años, el hombre vive jubilado en Santa Rosa, California. La primicia fue dada por Vanity Fair. Pero en un primer momento del día, la noticia no era segura, ni Bernstein ni Woodward habían confirmado la historia. Es más, a eso de las 17 horas del 31/5 hora argentina, la principal noticia en Internet era el comunicado emitido por los periodistas manteniendo en reserva el nombre, afrimando que hasta la muerte del informante no iban a revelar su identidad. Aseguraban que ese era el compromiso ético asumido.

Eso ya no es así. Ámbos periodistas emitieron un comunicado en el cual dijeron que Felt es el informante secreto que pasó a lahistoria como "Garganta Profunda", gracias al libro y la película "Todos los Hombres del Presidente". La revelación vino luego que el editor del Post Leonard Downie Jr. regresara de uregncia a Washington desde un "campamento corporativo" (cosa de yankees). Consultó con Bernstein y Woodward, y decidieron publicarlo.

El Jueves saldrá un artículo en el Post contando toda la historia.

El nombre de Felt ya había sonado como posible "candidato". Es más, en 1992, el Atlantic Monthly publicó un informe en el que lo menciona como "Garganta Profunda".

Los motivos: Felt, como otros leales del FBI estaban molestos con como Nixon utilizaba al organismo. Y se molestó por no ser el sucesor de Hoover en el Buró cuando este murió. Y tampoco le gustó que Nixon eligiera a un "outsider" para manejar la oficina federal de investigaciones. Y menos le gustó que el FBI no investigara el caso Watergate. Entonces habló. Y se convirtió en la fuente anónima más famosa de la historia.

Gracias a el seguimiento del caso, los periodistas y el Psot ganaron el Pullitzer. Luego, el libro y la película. Ahora sabemos un dato extra: a Felt nunca le gustó pasar a la historia como el título de una famosa película porno.

La historia en el Washington Post.
Clarín.
La Nación.
Washington Monthly.

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