Ayer Clarín informó que un fallo de la Cámara Federal anuló un proceso por tenencia de estupefacientes seguido contra un joven debido a que éste fue requisado por la policía sin que existiera motivo suficiente para hacerlo.
El fallo fue emitido por la Sala I de la Cámara Federal, integrada por los jueces Horacio Vigliani, Eduardo Freiler y Gabriel Cavallo. En la resolución, los jueces dijeron:
Esto es así ya que la actuación de la policía sin orden judicial se justifica sólo cuando existe algún motivo objetivo que amerite la sospecha de que la persona en cuestión cometió algún tipo de hecho ilícito. Dijo la Cámara que es función de los jueces:
La resolución comentada rechazó expresamente el famoso "olfato policial", entendido éste como un sexto sentido de los miembros de la fuerza que les permite detectar a delincuentes, más allá de la existencia de motivos objetivos que levanten algún tipo de sospecha.
En ese sentido, la Cámara dijo:
La crítica al famoso 'olfato' policial se debe a que las conductas subjetivas de los agentes policiales que, en la medida en que dependen pura y exclusivamente del sujeto, corren siempre el grave riesgo de caer en la arbitrariedad.
En ese sentido, una de las conductas que se quiere evitar es que las fuerzas de la ley 'importunen' mediante la utilización de su 'olfato' a minorías étnicas o un sector determinado de la sociedad. Esta conducta es conocida como 'perfilización racial', que importa una presión de la policía sobre un grupo étnico determinado.
La situación social en Argentina podría hacer pensar en un tipo más común de perfilización: el 'social', que tendría por objeto a los sectores económicos más bajos de la población.
El fallo fue emitido por la Sala I de la Cámara Federal, integrada por los jueces Horacio Vigliani, Eduardo Freiler y Gabriel Cavallo. En la resolución, los jueces dijeron:
"...si la requisa aparece como infundada por no existir acción externa alguna que legalmente constituya motivo de sospecha, ésta indudablemente deviene nula".
Esto es así ya que la actuación de la policía sin orden judicial se justifica sólo cuando existe algún motivo objetivo que amerite la sospecha de que la persona en cuestión cometió algún tipo de hecho ilícito. Dijo la Cámara que es función de los jueces:
"...en los supuestos en que las medidas hayan sido efectuadas sin orden judicial, como en el presente caso, valorar si existían razones suficientes para llevarla adelante".
La resolución comentada rechazó expresamente el famoso "olfato policial", entendido éste como un sexto sentido de los miembros de la fuerza que les permite detectar a delincuentes, más allá de la existencia de motivos objetivos que levanten algún tipo de sospecha.
En ese sentido, la Cámara dijo:
"Las meras corazonadas a veces incluidas dentro del vago concepto de 'olfato policial' que no superan el ámbito interno del funcionario —subjetividad— quedan a un margen, y no bastan para legitimar la conducta invasiva".
La crítica al famoso 'olfato' policial se debe a que las conductas subjetivas de los agentes policiales que, en la medida en que dependen pura y exclusivamente del sujeto, corren siempre el grave riesgo de caer en la arbitrariedad.
En ese sentido, una de las conductas que se quiere evitar es que las fuerzas de la ley 'importunen' mediante la utilización de su 'olfato' a minorías étnicas o un sector determinado de la sociedad. Esta conducta es conocida como 'perfilización racial', que importa una presión de la policía sobre un grupo étnico determinado.
La situación social en Argentina podría hacer pensar en un tipo más común de perfilización: el 'social', que tendría por objeto a los sectores económicos más bajos de la población.
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