
La periodista del New York Times presa por no querer revelar sus fuentes de información desde julio pasado, fue liberada ayer jueves. Ella y sus abogados llegaron a un acuerdo con el fiscal del caso en virtud del cual testificará ante el gran jurado que investiga el caso que originó todo, el de Valery Plame.
Todo se desató cuando Robert Novak, un polémico columnista conservador reveló en una columna de opinión que Plame, esposa de un importante diplomático enfrentado a la administración Bush, era agente secreta de la CIA. Esta conducta importa un delito federal, ya que la identidad de Plame se debe mantener en reserva.
Miller nunca escribió un artículo sobre el caso pero si investigó, y su negativa a revelar sus fuentes de información la llevó a la carcel.
Su liberación se debió a que recibió el permiso de una de sus fuentes para revelar su identidad. Esta fuente es -según el Times- I. Lewis Libby, el jefe del staff del Vice Presidente Dick Cheney.
El dueño del Times, Arthur Ochs Sulzberger Jr., apoyó la decisión de la periodista, del mismo modo que había apoyado su negativa a declarar. "Estamos muy felices de que haya recibido un permiso directo y no coactivo, tanto por teléfono como por escrito, lo que la liberó de su deber de confidencialidad y le permite testificar".
Antecedentes
En 2003, el marido de Plame Joseph Wilson - quien estuvo en Nigeria investigando una posible venta de uranio a Iraq - criticó el discurso del estado de la unión dado por el presidente George Bush en donde éste acusó a Iraq de querer comprar uranio en África. Se cree que la filtración del nombre de sus esposa como agente secreta fyue una venganza en su contra.
Más aquí.
Una posición legal crítica de Miller
Comentamos esta postura anteriormente. En resúmen, sostiene que debería existir una ley que proteja a los periodistas de la obligación de revelar sus fuentes, pero esa ley no se debería aplicar cuando "la filtración en sí sea un crímen y cuando el periodista sea utilizado como medio para cometer ese crimen".
Ver The Washington Monthly.
Ver Jurist.
Todo se desató cuando Robert Novak, un polémico columnista conservador reveló en una columna de opinión que Plame, esposa de un importante diplomático enfrentado a la administración Bush, era agente secreta de la CIA. Esta conducta importa un delito federal, ya que la identidad de Plame se debe mantener en reserva.
Miller nunca escribió un artículo sobre el caso pero si investigó, y su negativa a revelar sus fuentes de información la llevó a la carcel.
Su liberación se debió a que recibió el permiso de una de sus fuentes para revelar su identidad. Esta fuente es -según el Times- I. Lewis Libby, el jefe del staff del Vice Presidente Dick Cheney.
El dueño del Times, Arthur Ochs Sulzberger Jr., apoyó la decisión de la periodista, del mismo modo que había apoyado su negativa a declarar. "Estamos muy felices de que haya recibido un permiso directo y no coactivo, tanto por teléfono como por escrito, lo que la liberó de su deber de confidencialidad y le permite testificar".
Antecedentes
En 2003, el marido de Plame Joseph Wilson - quien estuvo en Nigeria investigando una posible venta de uranio a Iraq - criticó el discurso del estado de la unión dado por el presidente George Bush en donde éste acusó a Iraq de querer comprar uranio en África. Se cree que la filtración del nombre de sus esposa como agente secreta fyue una venganza en su contra.
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Una posición legal crítica de Miller
Comentamos esta postura anteriormente. En resúmen, sostiene que debería existir una ley que proteja a los periodistas de la obligación de revelar sus fuentes, pero esa ley no se debería aplicar cuando "la filtración en sí sea un crímen y cuando el periodista sea utilizado como medio para cometer ese crimen".
Ver The Washington Monthly.
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