Literalmente, nos desayunamos con una noticia más que sorprendente. A pocas horas de la muerte del chief justice de la Suprema Corte William Rehnquist, el presidente George Bush decidió nominar en su reemplazo al todavía-no-juez-de-la-corte John Roberts, quien deberá presentarse ante al Congreso mañana al iniciarse las audiencias por su confirmación.
Si bien todavía es demasiado pronto para realizar un análisis, el gesto de Bush muestra una extrema confianza en la confirmación de su candidato que -cabe decirlo- pocos ponían en duda. Siempre se sotuvo que el principal candidato para reemplazar a Rehnquist como chief Justice sería Antonin Scalia, otro de los jueces conservadores de la Corte, pero parece que su nombre ha sido reemplazado por Roberts, quien se presentaría con un perfil más moderado que el presentado por Scalia.
Si bien todavía es demasiado pronto para realizar un análisis, el gesto de Bush muestra una extrema confianza en la confirmación de su candidato que -cabe decirlo- pocos ponían en duda. Siempre se sotuvo que el principal candidato para reemplazar a Rehnquist como chief Justice sería Antonin Scalia, otro de los jueces conservadores de la Corte, pero parece que su nombre ha sido reemplazado por Roberts, quien se presentaría con un perfil más moderado que el presentado por Scalia.
Cabe decir que el presidente de la Corte tiene funciones protocolares de importancia y es el encargado de decidir qué juez de la Corte escribirá la decisión en cada caso concreto.
Habrá que esperar los análisis que de la nominación hagan los lobbys progresistas, ya que la perspectiva de Scalia como Chief Justice tampoco era demasiado alentadora para sus intereses. Habrá que ver como juega aquí para ellos el viejo refrán: "Preferible malo conocido que bueno por conocer".
Se esperan novedades en el transcurso de la horas... particularmente, la reacción de la blogósfera...
Ver CNN.
Ver BBC.
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