miércoles, septiembre 21, 2005

Los libros y las clases.

En The Volokh Conspiracy, Eugen V. criticó a un profesor que salió a "boquear" en el New York Times (permítase el el lenguaje tumbero).

El profesor en cuestión es Ian Ayres, profesor de contratos en Yale, quien señaló la existencia de un conflicto de intereses en los casos en que un profesor recomienda a sus alumnos el uso de un libro propio para la materia que tiene a su cargo.

Aparentemente, en EE.UU el autor recibe US$ 10.3 por cada libro vendido. Por eso -y para limpiar su buen nombre y honor- Ayres dará US$ 11 a cada alumno suyo que compre su libro (con los 0.70 centavos de dólar restantes puede comprase un chocolatín, o guardarlo, viajar a la Argentina y comprar dos gaseosas chicas y un chicle de menta, aprovechando el tipo de cambio local).

Volokh -el también profesor y autor de su correspondiente libro- critica la posición de Ayres. Dice que el conflicto de intereses es sólo aparente y que si recomienda su libro es porque cree que es el mejor. De modo que es su "ego" el que lo mueve a recomendar su libro y no su "sucio ánimo de lucro".

Y algo de razón tiene. ¿Qué profesor de leyes recomendará su libro para ganar dinero? Los pocos datos que tengo sobre le mercado editorial en libros de derecho en Argentina indican que el autor, en el mejor de los casos, recibe sumas de dineros más que módicas por la venta de su libro.

Además, parece lógico que si un profesor escribió un libro, es probable que trate en él temas específicos que luego haya volcado en el programa de la materia. Y también parace lógico que crea que el suyo supera a otros, ya sea por estar más actualizado, etcétera.

Pero hay otro tema que Ayres trata: el precio de los libros.

En Argentina vivimos bajo la paradoja de que casi todos los abogados que estudiaron en las universidades del país se reciben habiendo violando las leyes de autor a través del imprescindible recurso de la fotocopia. Tan imprescindible que algunos profesores / autores lo incentivaban en relación a obras propias (por ejemplo, Barra).

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