
Leo eso y no puedo dejar de pensar: ¿Se imaginan algo remotamente parecido en nuestro país? La Corte Suprema es uno de los órganos del Gobierno Federal más importantes y trascendentes y es --a la vez- uno de los más oscuros y misteriosos para el común de los ciudadanos.
Recuerdo cuando la Corte realizó una audiencia pública por el caso del tercer senador por el Chaco en 1998, si la memoria no me falla. Con qué pasión vi como diferentes abogados planteaban su argumentos ante los jueces del Tribunal, dos de los cuales quedaban sentados afuera del estrado de la historica Cámara Federal de Apelaciones dónde se juzgó a las juntas militares.
Ojalá algún iluminado miembor del Tribunal decida cambiar sus mecanismos de funcionamiento interno y elijan realizar audiencias públicas al menos en los casos institucionalmente más trascendentes.
Sería una buena forma de educar a los ciudadanos sobre el rol de la Corte en la vida democrática de la Argentina.
Yo, por mi parte, ya estoy bajando los argumentos orales del caso Virginia v. Black (2003) que trataba sobre una ley de ese Estado que prohibía la quema de cruces como una forma de intimidación.
Mañana lo cargo en el iPod y lo escucho en la línea B del subterráneo.
Promete ser una experiencia surrealista y trepidante.
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