martes, agosto 01, 2006

¿Que pasará en Cuba?

Cuando muera Fidel, digo. Recién escuchaba a un ex embajador mexicano que dice que hay una clase política bien formada en la isla y que el liderazgo de Fidel no lo es todo.

¿Los cambios son inevitables? Si miramos en los espejos asiáticos, parece obvio que en pleno siglo XXI el comunismo ya no "es lo que era". China y Vietnam son sólo dos países que muestran una evolución hacia una economía capitalista con un sistema político sumamente restrictivo de las libertades individuales.

Personalmente creo que lo que pasa en Cuba o se termina bien o se termina mal, pero de todas formas, tarde o temprano se producirán cambios sustanciales. Tal vez la mejor opción sea la de cambios paulatinos sin intervención de los Estados Unidos.

En estos momentos estoy realizando algunas lecturas preparatorias para un Seminario Internacional de Postgrado sobre la Historia de los Estados Unidos desde la década del 60 hasta ahora organizado por la Comisión Fullbright y la Universidad de San Andrés que se llevará a cabo a partir del sábado próximo.

Lo de Estados Unidos con Latinoamérica es lamentable. Es estúpido tratar de analizar al socialismo cubano sin mirar las innumerables intervenciones de Estados Unidos en Latinoamérica durante las décadas previas a la Revolución del 1º de enero de 1959.

El antecedente principal fue el derrocamiento del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz en 1954. Pero ya a principios del siglo XX --luego de la Guerra con España- los Estados Unidos obligaron a los cubanos a aceptar la Enmienda Platt, que autorizaba al vecino del norte a intervenir en los asuntos internos de la isla.

En todos esos años EE.UU tuvo más de 15 intervenciones militares en asuntos de centro América.

Por eso es que creo que lo mejor sería que en una eventual transición no participe Estados Unidos, ni directamente ni a través de los "cubano americanos" exiliados en Miami. Y para que no pase lo que pasó en Rusia, la transición debería ser lo más paulatina posible.

Ahora quiero llamar al abogado del diablo. Se llama Jorge (?), a quien le preguntamos qué tiene los Estados Unidos para ofrecerle a una Cuba sin Fidel.

- Veamos. ¿Un sistema de libertad de expresión?

- Sí, uno en el que el dinero sea equivalente al "discurso"; dónde los ricos son quienes tienen más posibilidades de ser escuchados y los pobres se mantienen en el silencio propio de quienes no pueden comprar horas de aire o espacios en los periódicos.

- ¿Un sistema electoral?

- Sí, uno que la mayoría de los ciudadanos no usa y que permite que sea elegido Bush, a pesar de sacar menos votos que su rival. Sin olvidar que los "amigos de papi" estaban en la Suprema Corte. Y no olvidemos un sistema eductativo que depende de los bancos.

- ¿Un sistema de salud?

- Sí, uno en el que cada trabajador tenga literalmente miedo de enfermarse porque cada visita al hospital consume cientos y cientos de dólares que consumen el sueldo o los dos sueldos que requiere para mantener a su familia.

O un sistema social dónde --desde hace varios años- ser pobre ya no equivale a no tener trabajo, como sucedía antes y después de la Segunda Guerra. Hoy, los pobres de Estados Unidos son trabajadores, como sucede aquí. De hecho, en los últimos años --y cito de memoria- el 5 por ciento más rico aumentó sus ingresos en un 21 por ciento, mientras que el 5 por ciento más pobre lo bajó en un 8 (El 5 por ciento más rico posee el 40 por ciento de la riqueza, el cinco más pobre el cinco).

- Es que el pleno empleo empuja la inflación, dicen los republicanos.

Así termina el breve diálogo con Jorge (??).

No voy a ponerme aquí a decir que Cuba representa el paraíso en la tierra ni mucho menos. Creo que Fidel Castro es un dictador que hace más de 40 años que está en el poder. En Cuba no hay libertad de palabra, ni de asociación, ni de religión, ni nada. Y el pueblo es pobre.

Claro que el abogado del diablo vuelve, mete la cola y tira al aire cifras bajísimas de analfabetismo, un alto nivel de educación en el pueblo y una de las tasas de mortalidad infantil más bajas de Latinoamérica. Pero, a quien le importa que se mueran algunos chicos, ¿no?

En fin, Cuba es "todo un tema". Ojalá que evoluciones sola, no con un salvavidas de plomo arrojado por el Tío Sam.

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