miércoles, noviembre 09, 2005

Se veía venir, François


Francia arde en las llamas del conflicto social generado en los suburbios parisinos.

La ciudad de las luces, donde Hemingway escribió alguno de sus mejores libros, está rodeada por barrios habitados mayormente por inmigrantes e hijos de inmigrantes del norte de África. Allí, Francia tuvo -hasta mediados del siglo XX- colonias donde supo aplicar la tortura como método normal para luchar contra los impulsos independentistas de los rebeldes algerinos.

El ministro del interior Nicolás Sarkozy dijo que el modelo de integración "a la francesa" ha fracasado. Como buen animal político, supo ver que era necesario cambiar rápidamente su posición anterior. Es que Sarkozy fue uno de los principales impulsores de la prohibición del velo islámico en las escuelas públicas francesas. En razón de que atacar el uso del velo solamente era palmariamente discriminatorio, no se tuvo mejor idea que prohibir todos los símbolos religiosos ostensibles: el kipá y la cruz cristiana también dejaron a sus rebeldes portadores al borde de la sanción de las autoridades escolares.

El caso planteó una vez más la siempre difícil relación entre el principio de separación entre Iglesia y Estado y la libertad de profesar el culto sin restricciones arbitrarias. En Francia se alegó el tradicional laicicismo francés para justificar la medida, pero lo cierto es que a veces, la supuesta neutralidad ante el fenómeno religioso adopta formas hostiles hacia el mismo.

Por supuesto que las largas noches de incidentes y vehículos quemados no son consecuencia exclusiva de esa política escolar. Como dijo Sarkozy, se debe al fracaso general de la política de integración "a la francesa", política de la que la prohibición del velo islámico es tan solo un botón que sirve de muestra. Además, es imposible olvidar a la exclusión económica y el trato discriminatorio como aspectos trascendentes de la "bronca" que motiva la reacción violenta de lso ciudadanos.

En junio dijimos:

"...detrás de este tipo de disposiciones se esconde el miedo francés a la creciente comunidad musulmana -que algunos dicen se expresó en el NO a la Constitución europea..."


Si es el miedo el que va a reemplazar a la razón a la hora de resolver el fondo del problema, creo que en Francia pueden ir esperando muchas noches más de masivos incendios de autos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pregunto si lo mejor no sería que el gobierno francés deje de intentar "integrar" a las patadas a los inmigrantes, lo cual es sin duda un producto de la idea subyacente de que estos son un elemento extraño que debe ser "asimilado".
Reconocer a los inmigrantes exactamente los mismos derechos y obligaciones que a los nativos sería un buen comienzo para empezar a dejar de lado muchas medidas esencialmente discriminativas que se han dispuesto so pretexto de lograr la "integración".

Anónimo dijo...

¿qué es una "integración a la francesa? muy interesante el blog.-