
Parece un camino razonable para evitar el odio que es la base que utilizan los terroristas para ganar adeptos y para lograr que algunos jóvenes crean que el "martitirio suicida" es una opción válida de vida. Además, es una estrategia diplomática exquisita, digna de un diplomático inglés del siglo XIX...
Yo creí que Argentina había acaparado la totalidad de políticos irracionales del mundo. Parece que no. ¿Será éste el mismo sujeto que salta sobre la bomba en la película de Kubrick Dr. Strangelove? Me parece que sí.
Ver nota en Religion Clause.
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