
[The Sun un tabloide británico.]
No, no se hace tabloide. Pero sí va a reducir su tamaño en una pulgada y media y va a disminuir su espacio dedicado a las noticias en un cinco por ciento. Bill Keller, su editor ejecutivo, dijo: "Esta es una manera mucho menos dolorosa de asegurar nuestra supervivencia económica que echar personal, o cerrar oficinas extranjeras o debilitar nuestro periodismo de investigación o diluir la oficina de Washington". Los cambios --que incluirán un rediseño del diario- podrán verse a partir de abril de 2008.
En mi opinión, el formato tabloide es mucho más cómodo. Para leer en el subte o sentado, el formato tradicional llamado sábana requiere de especiales conocimientos y maniobras gimnásticas que no poseo. Por lo que soy un lector de tabloides, lo que en muchos países me convertiría automáticamente en un red-neck ignorante.
Eso es así porque en ciertas latitudes hay una extraña relación entre calidad del periódico y tamaño en el que se imprime, algo que aquí no sucede. De hecho, dos de los tres principales diarios nacionales de Argentina se imprimen en un formato tabloide (Clarín y Página/12). Pero en Inglaterra a lo diarios más amarillistas se los conoce directamente con el nombre de tabloids.
De todos modos, incluso en el Reino Unido hay una tendencia a migrar hacia el formato más chico. Diarios como The Times y The Guardian han realizado el cambio recientemente, lo que implicó superar el temor a ser identificados con los diarios de menor calidad. Tal vez para escaparle al fantasma del término tabloide, los ingleses inventaron para la ocasión un nuevo término: compacto.
En mi reciente periplo europeo, me he cruzado con varios diarios de primer mundo. El País --el mejor periódico en español del mundo, diría yo- tiene un formato tabloide. Le Monde adopta un modelo llamado berlinés, al que podría llegar a acostumbrarme. Pero el sábana o broadsheet, como el que tiene La Nación, simplemente no es para mí. A menos que esté cómodamente sentado en la mesa de la cocina de mi casa, con el diario ocupando la mitad de la misma.
Por último, me gustaría defender brevemente a los tabloides británicos. Es cierto que imprimen mentiras, se meten descaradamente en la vida privada de la gente y son normalmente chauvinistas y patrioteros. Pero también se la juegan con portadas como la que sigue, de las que he visto muchas en ese tipo de diarios.

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