Ella tiene una mochila de Green Day y diversos pins adheridos con imperdibles, que van desde Limp Bizkit hasta el Topo Giggio, pasando por Libertad --el entrañable personaje mafaldístico de Quino- y uno que proclama la pertenencia de su dueña a las filas del vegetarianismo militante. Además tiene una pollera vieja, problablemente robada a su abuela. Lleva medias fucsias, zapatillas blancas escritas con birome azul y el pelo corto atrás, largo adelante, teñido en los dos mechones que caen por delante de las orejas. Una remera a rayas horizontales estilo 'gondolieri' veneciano y las uñas pintadas de negro.
Esa chica no existe, pero estoy seguro que el lector que circule frecuentemente por la ciudad de Buenos Aires se haya cruzado alguna vez con alguien a quien le quepa la descripción precedente.
Subcultura, El significado del estilo es un libro que mencionamos recientemente y que explora los mensajes y el orígen de diferentes tipos de tribus urbanas de Inglaterra desde la década del 50 hasta fines de los 70. Mods, Teddy boys, Rockers, Skinheads, Punks, cultores del Ska... cada una de éstas subculturas caen bajo el escalpelo analítico del autor.

Cuando yo ingresé a mi colegio privado me sometí a un orden jurídico determinado por las autoridades de esa institución. "Camisa blanca, chomba blanca

En mi viaje por Europa descubrí que un guarda de tren austríaco puede tener el pelo largo y arito y que un policía italiano con cola de caballo es un atentado contra el buen gusto pero no contra la política de vestimenta de los carabinieri. No sé como serán los colegios europeos, aunque recuerdo un grupo de holandeses adolescentes en un bus cerca de Amsterdam que se vestían como querían. Pero también recuerdo a Sarkozy y su obsesión malsana por el velo, las cruces y los kipás.
¿En Argentina trasladamos los paternalistas mandatos del secundario a la vida adulta? ¿Cuanta gente conocemos que debió cortarse el pelo para conseguir un trabajo, o que directamente se lo cortó antes sabiendo que se lo iban a exigir? ¿Es algo propio de los argentinos? Si una canción de Pulp no miente, también afecta a los británicos.
Una posibilidad es que el Estado sea más tolerante que los ciudadanos de a pie. El guarda del tren y el policía parecen así indicarlo. Y los sindicalizados empleados de los tribunales porteños subrayan la premonición. La memoria me falla usualmente, pero creo que hubo un caso de un joven local que llevó a los tribunales su derecho a parecerse al atribulado cantante de Skid Row.
Es difícil pensar en el estilo de una persona como un modo de "decir algo", pero es interesante ver cómo --particularmente desde el punto de vista de los chicos de los colegios secundarios- el corte de pelo, las mochilas y los zapatos pueden expresar rebeldía o conformismo o lo que fuese. Puede parecer una forma estúpida de decir cosas, pero es plenamente válida (y --para mí- nada estúpida).
Hay ocasiones en las que el estilo va más allá y adopta mensajes concretos (como la campera de Cohen) que molestan al poder. Y es bueno recordar que molestar al poder es algo deseable. Hoy, en la revista Viva, Roberto Benigni dice: "Es mi deber y es el deber de todos los artistas hablar contra el poder, cualquiera sea, para hacer avanzar al mundo".
Creo que si hay un lugar propicio para aprender a hacerlo, es el secundario, ese microcosmos de sociedad en la que todos deberíamos formarnos como verdaderos ciudadanos.
1 comentario:
creo que gran parte de estas modas, y cosas de la vestimenta caen tambien por el Prejuicio, hacia como vemos al de al lado.
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